Matemáticas, un mundo tan delicado donde un signo cambiado cambia una expresión entera. Donde una expresión simple se convierte en un desmán y luego, con suerte, vuelve a ser una expresión simple. Un mundo que a veces no entendemos porque no hay quien este dispuesto a explicarnos. Matemáticas... un mundo tan extenso que nos llevaría una vida entera recorrerlo todo y aún más tiempo entenderlo. Pesadilla de los niños y martirio de los grandes. Pero ya basta con la introducción, vamos al grano.
Ustedes también pensaron alguna vez "¿para qué me va a servir saber eso?" cuando el profesor de matemáticas explicaba algún tema y seguro también conocieron a alguien que decía "A mi no me interesa saber nada de eso" o "Da igual, me voy a dedicar a otra cosa". Bueno, uno de los principales problemas con las matemáticas es que son una ciencia abstracta... osea que no tienen una forma física, definida, vamos, que nunca vamos a ver un "1" caminando por la calle o una ecuación cuadrática por la ventana, etc. Nos cuesta trabajo visualizar o entender lo que pretendemos hacer con las matemáticas y nos cuesta aún más trabajo representarlo.
Otro de los grandes problemas son los conceptos, de un grupo de 100 personas supongamos que las 100 saben sumar y restar, 80 además saben multiplicar y dividir, 60 saben sacar raíz cuadrada, 40 conocen el binomio de Newton, 20 saben derivar e integrar... Mientras más se "complican" los conceptos (y escribo "complican" porque en realidad solo cambian) menos son los que saben lo que significan esos conceptos (OJO: saber que significan es diferente a saber como resolverlos).
En lo personal, si veo mi vida en retrospectiva, mientras más me alejo al día de hoy, menos intenciones tenía de entender las matemáticas, mucho menos de estudiar algo relacionado. De pronto conocer algunas personas que cambiaron mi forma de pensar y me demostraron que realmente las matemáticas no son dificiles, "A veces nos pre-disponemos con las matemáticas y pensamos -¡ah, números! es muy dificil, mejor no voy a poder- y no lo hacen, ni siquiera lo intentan", nos decía una profesora.
El querer que las matemáticas nos sean imprescindibles en el momento que las aprendemos y tal como las aprendemos limita nuestras ansias de aprender. Hoy no vamos a necesitar encontrar las raices de una ecuación en "el mundo real". Un fisico, un arquitecto, si.
3 profesores motivaron en mi el desarrollo del pensamiento matemático, uno de ellos me enseñó a ver las matemáticas en el día a día, ahí están, existen, pero no las vemos. Creemos que no son útiles y las olvidamos.
El segundo me enseñó lo maravilloso que es el mundo (en particular) de la ingeniería, que puedes pasar tragos amargos y momentos difíciles pero vale la pena al final para poder hacer algo maravilloso y pertenecer a un selecto grupo de personas que se llaman ingenieros.
El tercero, sin que su profesión se relacionara directamente con las matemáticas me enseñó a que tienes que estar donde quieres estar, que si tu trabajo te hace feliz entonces no hay más, estás en el lugar correcto. Aunque para llegar ahí tengas que pasar una cantidad brutal de obstáculos.
Mi consejo para todos, el consejo de un chico que nunca soñó siquiera en llegar a donde está parado hoy: sueñen, impónganse uno entre miles retos: "Ser mejor" y nunca dejen que nadie se atraviece en ese objetivo, a donde vayan y lo que sea a que se dediquen no dejen que nadie les impida ser mejores. Ese para mí ha sido una regla que me ha permitido entender que yo le puedo a las matemáticas, y si yo les puedo, cualquiera les puede (:
Ustedes también pensaron alguna vez "¿para qué me va a servir saber eso?" cuando el profesor de matemáticas explicaba algún tema y seguro también conocieron a alguien que decía "A mi no me interesa saber nada de eso" o "Da igual, me voy a dedicar a otra cosa". Bueno, uno de los principales problemas con las matemáticas es que son una ciencia abstracta... osea que no tienen una forma física, definida, vamos, que nunca vamos a ver un "1" caminando por la calle o una ecuación cuadrática por la ventana, etc. Nos cuesta trabajo visualizar o entender lo que pretendemos hacer con las matemáticas y nos cuesta aún más trabajo representarlo.
Otro de los grandes problemas son los conceptos, de un grupo de 100 personas supongamos que las 100 saben sumar y restar, 80 además saben multiplicar y dividir, 60 saben sacar raíz cuadrada, 40 conocen el binomio de Newton, 20 saben derivar e integrar... Mientras más se "complican" los conceptos (y escribo "complican" porque en realidad solo cambian) menos son los que saben lo que significan esos conceptos (OJO: saber que significan es diferente a saber como resolverlos).
En lo personal, si veo mi vida en retrospectiva, mientras más me alejo al día de hoy, menos intenciones tenía de entender las matemáticas, mucho menos de estudiar algo relacionado. De pronto conocer algunas personas que cambiaron mi forma de pensar y me demostraron que realmente las matemáticas no son dificiles, "A veces nos pre-disponemos con las matemáticas y pensamos -¡ah, números! es muy dificil, mejor no voy a poder- y no lo hacen, ni siquiera lo intentan", nos decía una profesora.
El querer que las matemáticas nos sean imprescindibles en el momento que las aprendemos y tal como las aprendemos limita nuestras ansias de aprender. Hoy no vamos a necesitar encontrar las raices de una ecuación en "el mundo real". Un fisico, un arquitecto, si.
3 profesores motivaron en mi el desarrollo del pensamiento matemático, uno de ellos me enseñó a ver las matemáticas en el día a día, ahí están, existen, pero no las vemos. Creemos que no son útiles y las olvidamos.
El segundo me enseñó lo maravilloso que es el mundo (en particular) de la ingeniería, que puedes pasar tragos amargos y momentos difíciles pero vale la pena al final para poder hacer algo maravilloso y pertenecer a un selecto grupo de personas que se llaman ingenieros.
El tercero, sin que su profesión se relacionara directamente con las matemáticas me enseñó a que tienes que estar donde quieres estar, que si tu trabajo te hace feliz entonces no hay más, estás en el lugar correcto. Aunque para llegar ahí tengas que pasar una cantidad brutal de obstáculos.
Mi consejo para todos, el consejo de un chico que nunca soñó siquiera en llegar a donde está parado hoy: sueñen, impónganse uno entre miles retos: "Ser mejor" y nunca dejen que nadie se atraviece en ese objetivo, a donde vayan y lo que sea a que se dediquen no dejen que nadie les impida ser mejores. Ese para mí ha sido una regla que me ha permitido entender que yo le puedo a las matemáticas, y si yo les puedo, cualquiera les puede (:
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